Es interesante ver que para muchas personas la única visión para solucionar la emergencia climática está en generar cambios meramente personales, centrando su lógica y atención exclusivamente en el ámbito doméstico. Evidentemente el sistema productivista ha generado patrones de consumismo a escala planetaria, moldeando los hábitos y valores de los “consumidores” a través de incubar día a día y por todos los medios posibles, un peligroso pensamiento de satisfacciones personales destructivas no sólo de los ecosistemas, sino también de valores humanos y de lazos interpersonales; desde esta perspectiva, el individualismo colabora con los causantes de la emergencia climática y de la crisis ecológica, por lo que es deseable que estos patrones irreflexivos se modifiquen, aunado a estilos de vida que limiten su huella ecológica a rangos de posibilidades de regeneración de los ecosistema. Cada persona y cada sociedad es diferente, por lo que también es deseable que cada quien se responsabilice de su huella ecológica, este hecho ya entra en un ámbito de ética exclusivamente personal.
El diablo está en los detalles y la realidad es más compleja; la influencia que pueden ejercer las actitudes individualistas sobre la abrumadora emergencia climática y crisis ambiental son por mucho, casos irrelevantes, de impacto poco significativo y desproporcionado si no se cuenta con una perspectiva del sistema en su conjunto. Hay que tener claro que el 10% más rico del planeta genera la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que el 50% de las personas con menos posibilidades (3.500 millones de personas) es responsable de solo el 10% ¿Se entiende la idea?
La lógica de solos señalar o responsabilizar a otras personas o tratar de "educar" conlleva dos grandes problemas estratégicos que comprometen los esfuerzos de lucha contra le emergencia climática:
1- Actuar bajo una estrategia ilusoria que sólo promueve una concepción individualista, difuminando y ocultando la verdadera raíz de la emergencia, que es lo que urge confrontar, por esta razón es importante mencionar el nombre y apellido de los responsables: El neoliberalismo imperialista, las grandes corporaciones y los Estados.
2.- Fortalecer el discurso miope que afirma que “solo la gente es responsable”, dejando al 10% más rico libres de responsabilidad, haciendo pagar las consecuencias de la emergencia climática y crisis ambiental al resto de las personas de a pie, preservando el sistema y orden impuesto por las grandes corporaciones y multinacionales.
La magnitud de la catástrofe en marcha no tiene precedentes, las alertas están encendidas, las pruebas son contundentes, es vital entender el fenómeno, sus causas y ubicar a los verdaderos responsables, tener clara una visión sistémica, fortalecer la unión entre personas, como lo están haciendo las iniciativas Fridays for Future, Extinction Rebellion y muchos otros colectivos y organizaciones a lo largo y ancho de planeta con estrategias bien definidas que son dignas de analizar, estudiar y en su caso apoyar.
Sortear de la mejor manera la emergencia climática y crisis ambiental global requiere de una sociedad madura, los comportamientos con bases sesgadas no ayudan, el sistema hegemónico ha construido sólidamente una sociedad dividida, atomizada, individualista, con ideas subjetivas, que les viene muy bien para continuar con sus planes desarrollistas y devastadores. En el apoyo mutuo, y en la diversidad está nuestra fortaleza.
No se puede pasar a la acción si no se sabe qué es lo que hay que hacer ni los impactos que se pueden llegar a tener sin reconocer los esfuerzos de otras personas y agrupaciones, hechos que suman al esfuerzo global ante la emergencia climática que estamos enfrentando. No caigamos en la trampa de debilitar los esfuerzos encaminados a conseguir un futuro ambientalmente seguro, es entonces de vital importancia que las personas con voluntad se informen, participen, difundan, organicen, sensibilicen, reflexionen y propongan. No permitamos que las clases dominantes (sí, ese 10%) nos obliguen a pensar como a ellos les conviene, a que asumamos sus prioridades y creencias como nuestras para satisfacer sus propios intereses sin que apenas nos demos cuenta.
Ahora que se ha abierto la caja de Pandora y la emergencia está en la puerta, saltan oportunidades inéditas para la articulación de sociedades más justas, solidarias y sostenibles. ¿nos sigues?
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